Clarín, 4 de Noviembre de 2007
SE FILMA "EL VESTIDO", DE PAULA DE LUQUE
El amor, como un rompecabezas
Antonella Costa, Guillermo Pfening y el español Eduard Fernández ruedan una historia romántica.
Antonella Costa, rubia, tiene algo de Julieta Díaz, rubia. Mmm, ¿vos decís?, parece preguntar reemplazando palabras con un garabato de labios. El actor Guillermo Pfening también pone cara, pero como diciendo olvidate, mirala bien. "Rubia, es la hija de Mercedes Morán". Mercedes Morán. La hija. Ajá, bien, a lo mejor será hilar muy fino y entonces nadie comenta nada más sobre el asunto de los separados al nacer, pero ella, Antonella -experta en el arte de despatarrarse en sillas incomodísimas- cuenta que está rubia porque el cine es así: a veces rubia, a veces torturada, a veces leprosa. Desde una ventanita del motorhome se lo ve a Eduard Fernández (Ficción) que escucha su musiquita en un mp3. Eduard fuma, espera su turno y transpira. Con el pucho colgando de la comisura, tiene algo de Julio Chávez en Un oso rojo. Y Pfening es como un doble de Juan Gil Navarro (Floricienta). No importa: ya llegará el día en que digan fulanito es igual a Pfening. "Bueno, a mí -dice Eduard-, ni acá ni en España, eh. No me reconoce nadie. Puedo ir por ahí. Me siento un afortunado. Javier Bardem, mi amigo, ya no puede hacerlo".
En un rato estarán filmando la escena 65 de El vestido, segunda película de Paula de Luque. Paula es de las que todavía tiene que presentarse (aunque se trate del único ser humano que esté parado delante de uno). "Yo soy Paula", sonríe la directora de Cielo azul, cielo negro. "Mi debut fue más experimental, esto no tiene nada que ver".
El vestido será una historia en dos tiempos, pasado y presente, sin flashbacks ni raccontos de ningún tipo. "Son dos tiempos marcados por una paleta de colores y por los distintos registros actorales. La idea es que los recuerdos son ficciones subjetivas". Y si el amor soporta el paso del tiempo, si deviene en otra cosa o si se congela, eso se verá. "Me encantan las películas de amor y tengo miles de influencias porque todavía estoy construyendo una mirada propia. Voy por la segunda peli. Considero que estoy aprendiendo. Hay citas, hay homenajes a hombres que he amado. Imagino que el resultado será como un puzzle".
En un cine argentino que necesita de las coproducciones, Paula asegura que no tuvo que hacer ninguna "pirueta rara" para que el español Fernández encajara en el relato. "La pura verdad es que en la historia, el protagonista, Fernando -Eduard Fernández-, venía desde Madrid. La narración es la misma. Cuando llegó la posiblidad de coprodcuir con España, bárbaro, bienvenido".
De Luque llamó a Eduard (El método) a un celular en Barcelona y le dijo "vos no me conocés porque me conoce mi mamá y un par más" y pasó a explicarle el proyecto. El dijo sí, vale. Eduard viene de filmar con Steven Soderbergh (verel dato) y ahora camina con auriculares en las orejas. "El tipo es cero divo y Antonella, una hermana. Además, híper profesional".
En la locación de Belgrano R todo está en calma. La realizadora, los actores, los cámaras, el del pizarroncito. Encima, lo que sigue, shh, es una escena muda, con Antonella, Pfening y una nena armando un rompecabezas... "Yo soy muy de directores primerizos", dice Eduard. Más bajito, por favor. "Uy, perdón, ven, ven acá. Te decía: a mí me gustan los directores de operas primas porque son atrevidos. Me gusta la pasión del primerizo". Y también le gustó Antonella Costa en Garage Olimpo. "No la conocía y la alquilé. Qué buena película, y ella está realmente fantástica".
Antonella está muy conforme con su carrera. Lo bueno, dice, es elegir. "El 99% de mis papeles no tienen nada que ver conmigo. Me encanta. Eso quiere decir que no doy un determinado physique du rol". Con ésta, ella lleva 17 películas y en breve se la verá en una de ellas, Cobrador.
Pfening tiene un perfil más de laburante. "Estoy haciendo una base, pero desde que protagonicé Nacido y criado (Pablo Trapero) se me están abriendo varias puertas. Me llamaron Mariano Galperín (Futuro perfecto) y Subiela (para El resultado del amor). En las tres pelis, si las ves, mi personaje tiene algo en común. Algunos directores me deben ver rubio, con la clase de vida de esa gente que se deprime y se va...". Antonella: "¡La rebelión de los rubios!", dice sonriendo. Y él: "Bueno, yo no reniego de eso. No todavía...".